lunes, 29 de octubre de 2012

LA IMPORTANCIA DEL METRÓNOMO EN LA PRACTICA MUSICAL

Desconozco quién es el autor de este artículo, pero me parece que sus dichos son más que ciertos y es por eso que lo comparto citando la fuente. En más de una ocasión, a más de un “músico” le he escuchado decir algo que me hace poner en duda sus cualidades como tal. “¿El metrónomo?. ¡Bah!, a mí no me hace falta metrónomo. No lo necesito para nada”. ¿En serio?. ¿Lo crees así?. Bueno chico, tu mismo. El metrónomo, tan odiado por muchos es importantísimo. Lo es por varias razones, pero creo que por dos en especial, que hace que las demás casi no merezca la pena ni mencionarlas. ¿Y porqué es tan importante?. Por una sencilla razón. Vamos a analizar muy por encima la música, vamos a ver de qué está compuesta. Da igual el tipo de música que se haga. Toda ella se compone de tiempo, armonía y melodía. No es necesario que se cumplan a la vez estas tres premisas. Tan sólo es necesaria la primera, el tiempo. Por poner un ejemplo, un piano tocando una sencilla melodía o un complejo tema armónico ejecuta esa armonía o esa melodía guiándose por el tiempo del tema que se va a dividir en compases, independientemente del tipo de estos (4/4 , 5/4 , 12/8.....). Luego hay música que no tiene armonía ni melodía. Es la que se ejecuta exclusivamente a base de instrumentos de percusión. Bueno, pues ese tipo de música también se guía por unos compases que marcan un tiempo. Queda probado que el tiempo es la base de la música, de cualquier tipo de música. Y por tanto el metrónomo tiene su importancia. Dónde más necesario es el metrónomo, incluso me atrevería a decir que imprescindible, es a la hora de grabar. En directo tal vez sea algo menos importante, pero no mucho menos. Esto está directamente relacionado con la segunda razón del porqué de la importancia del metrónomo. Al ejecutar música lo que estamos produciendo es un sonido global integrado por diversos elementos dependiendo de la formación del grupo o banda. Quién no se ha preguntado: ¿Qué es el sonido?. La respuesta es sencilla. El sonido es física pura. Se rige por unos parámetros. La onda sonora o forma de onda de cada sonido está compuesta por su longitud de onda, su amplitud y su frecuencia, siendo esta la más importante a la hora de trabajar el sonido. El sonido global u onda sonora conjunta es la suma de todas las formas de onda individuales. En la teoría la suma de ondas simple se realiza sumando sus respectivas amplitudes de cada onda. Pero claro, al igual que en una suma matemática, las “cifras” tienen que estar colocadas correctamente. Para sumar colocamos las cifras unas sobre otras respetando siempre el colocarlas correctamente para evitar confusiones. Con la suma de ondas simples pasa algo similar. Deben estar correctamente colocadas las ondas haciendo coincidir sus picos y sus nodos, de lo contrario el resultado no va a ser el correcto. Y esto trasladado a la práctica viene a decir que en los tiempos de compás en los cuales comienza la onda, ese comienzo de onda tiene que coincidir en el tiempo. Supongamos un compás de 4/4 con negra de bombo en el primer tiempo, negra de caja en el segundo, negra de bombo en el tercero y en el cuarto negra de caja, silencio de corchea y corchea de bombo. Y además hay un bajo que hace, el primer tiempo, el tercero y la segunda corchea del cuarto, vamos, que va con el bombo. Para que la onda sonora conjunta suene con el máximo rendimiento los golpes de bombo y de bajo han de sonar a la vez, para que se sume al cien por cien la potencia de ambas ondas y la resultante sea máxima, siempre dependiendo también con la fuerza que se haya ejecutado el golpe. Cuando los golpes no caen en su sitio se produce un sonido extraño en el que se aprecia que un instrumento entra antes o después que el otro. Aparte de esa extrañeza, la amplitud de la onda sonora conjunta no va a ser la máxima, pero en el caso de que comiencen las dos a la vez lo es. Una vez constatada la importancia de una claqueta sólo queda decir que tal vez los músicos que más necesitan la claqueta son los que más la suelen odiar. Los baterístas, que dicen los argentinos. La batería lleva todo el tiempo y el ritmo del tema por lo que es necesario que vaya perfectamente a tiempo. Si a esto le sumamos el que las notas de los demás instrumentos caigan exactamente en su lugar lo que se consigue es que el tema suene prácticamente solo. “¿El metrónomo?. ¡Bah!, a mí no me hace falta metrónomo. No lo necesito para nada”. ¿En serio?. ¿Lo crees así?. Bueno chico, tu mismo. Al final tu eres el que decide entre que te consideren un profesional más o menos competente o un amateur. Fuente: Blog de canal-24 Myspace

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