domingo, 18 de abril de 2010

ENTREVISTA A UN ALUMNO

Con ustedes Alejandro Abaca (clarinete 49 años.)

1- ¿Qué te motivó a estudiar el instrumento elegido?

Buscando música para armar unos videos familiares encontré algunos temas de jazz que me sorprendieron por la limpieza y belleza de la interpretación del saxo y así surgió la idea. Luego, ya en contacto con el profesor, entendí las ventajas de dominar el clarinete antes del saxo, y el clarinete me motiva por sí mismo, por la dulzura de su timbre y la simpatía de su presencia.

2- ¿Cuáles eran las expectativas que tenías antes de empezar?

Siempre tuve inclinaciones artísticas, nunca enteramente concretadas. Cuando decidí empezar con la música sólo esperaba darme el gusto de reproducirla yo mismo, en vivo, con mi propio instrumento.

3- ¿Creés haber cumplido con alguna de ellas?

No todavía. Pero me ha sucedido algo mucho mejor. Inesperadamente mis expectativas se han ampliado. Al descubrir un tipo de música como el jazz, cuyo mandato es la improvisación, ahora no sólo pretendo reproducir música, sino hacerlo a mi modo y, tal vez, hasta enlazar algunos compases de cuño propio.

4- ¿Modificó el estudio de la música algo en tu vida?

Más de lo esperado. He comenzado a transitar una dimensión estética en la cual vivía inconscientemente. Ahora escucho más música y mejor, porque ahora la pienso y la disfruto más plenamente. En mi vida cotidiana, el tiempo de estudio es sagrado.

5- ¿Qué opinión te merece la disciplina y la constancia en lo que a alcanzar tus metas se refiere?

No es una opinión, es una certeza: son imprescindibles. Y yo agregaría la paciencia. El clarinete es un domador de ansiosos. Sin prisa y sin pausa, nunca mejor aplicado este principio.

6- ¿Podés comentarme qué sentiste cuándo lograste tocar, sin errores, tu primera melodía o ejercicio técnico?

Es difícil de explicar. Es como si hubiese tocado otro; como si un duende atorrante me hubiese poseído y hubiese tocado por mí.

7- ¿El estudio del instrumento ha ampliado tu percepción musical en cuanto a gustos? ¿Por qué?

Mis gustos se han ampliado al jazz. En parte porque en él son protagonistas los instrumentos que estoy aprendiendo a ejecutar y en mayor parte porque estoy aprendiendo a escucharlo, como se escucha toda la buena música: descubriendo cada vez matices distintos.

8- ¿Has tenido la ocasión de tocar con otros músicos? ¿Cuáles fueron las sensaciones que experimentaste?

Sí, he participado en algunos encuentros de ensamble con otros alumnos bajo la dirección de Rodolfo (el profe). Además de ser divertido, sentí la importancia del popular principio “uno para todos y todos para uno”.

9- ¿Hasta el momento qué es lo más difícil qué has tenido que enfrentar, musicalmente hablando?

En el clarinete, lo más difícil hasta ahora ha sido superar el bendito pasaje a Si de la segunda octava. Todo un desafío. Hay veces que mis dedos caen solos y bien ajustados, entonces me digo: “vaya, qué bien que entró ese Si”. Supongo que cuando ya no me surja este último pensamiento, habré superado completamente la dificultad.

Respecto a la lectura, son ciertos contratiempos (ahora entiendo bien la connotación del uso de la palabra “contratiempo”) los que más me cuestan.

10- ¿Qué le dirías a alguien que tiene intenciones de comenzar a transitar este camino?

Pues que comience ya, que mientras lo piensa está perdiendo valiosos minutos de práctica.

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